Nieves Acedo: "El arte tiene la función de sanar nuestra relación con el entorno"
La investigadora lidera ‘Models for Art Spectatorship (MOAS)’, proyecto integrado por un equipo del ICS, el Museo Universidad de Navarra, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y la Facultad de Filosofía y Letras
27 | 11 | 2024
Acudir a un museo a contemplar una escultura de Jorge Oteiza permite disfrutar de la belleza, pero también puede suponer una experiencia transformadora. Cuando el visitante comienza a establecer vínculos con la obra, se convierte en espectador y las posibilidades se multiplican. ‘Models for Art Spectatorship (MOAS)’, uno de los dos proyectos seleccionados en la convocatoria interna del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra de este curso, parte precisamente de esta convicción. El trabajo, que se desarrollará durante tres años, está liderado por Nieves Acedo, investigadora del grupo ‘Vínculos, creatividad y cultura’ del ICS, e integrado por un equipo multidisciplinar de investigadores del propio centro, así como del Museo Universidad de Navarra (MUN), la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y la Facultad de Filosofía y Letras.
"El papel político y social del arte no tiene tanto que ver con la transmisión de unos contenidos como con la regeneración de la subjetividad democrática. Hoy en día nuestra condición de ciudadanos conscientes y activos se ve afectada negativamente por la vida ‘empantallada’, el secuestro de la atención, la dispersión…”, explica Acedo. En este sentido, reivindica que “el arte tiene la función de sanar nuestra relación con el mundo. Lo que importa no es tanto lo que vemos dentro del museo sino cómo miramos y vemos el mundo cuando salimos de él”.
Para explorar e impulsar esta función pública del arte, se investigará la figura del espectador: “Entendemos por espectador a quien se hace cargo de la obra de arte en cuanto obra de arte. Es decir, quien es capaz de establecer un vínculo con ella y, a través de ella, recuperar o establecer vínculos con los demás o con el entorno. No todas las personas que constituyen un público o una audiencia llegan a ser espectadores”.
Asimismo, el proyecto cuenta con una parte aplicada: “Consiste en buscar en el mundo prácticas artísticas, curatoriales o de mediación que se puedan considerar buenas prácticas porque permiten el establecimiento de este vínculo entre el espectador y la obra de arte”. Eso sí, aclara que “tanto una institución o propuestas concretas pueden facilitar o permitir que se desarrolle la relación espectador-obra, pero también velarla u obstaculizarla”.
Red internacional
Una vez analizados, los casos se compartirán con investigadores y otros profesionales con el objetivo de tejer una red integrada por instituciones, artistas, curadores y mediadores, entre otros agentes. “En el MUN tenemos la oportunidad de realizar talleres piloto porque el propio museo busca ser una institución laboratorio y nos ofrece sus espacios, públicos y su saber hacer”. Además, van a contactar con otras instituciones, museos y profesionales de Estados Unidos, Francia, Holanda e Irlanda para estudiar casos particulares de prácticas seleccionadas en este campo y poder evaluarlas: “Queremos generar relaciones con la idea de, en el futuro, desarrollar y consolidar una red de instituciones que quieran aprender juntas y promover modos de dar espacio a la experiencia libre del espectador de arte”. También se prevé el desarrollo del Laboratorio de Pausa, una serie de talleres experienciales que se realizarán en el MUN.
El carácter multidisciplinar del equipo investigador favorece una investigación poliédrica, realizada desde campos como la historia del arte, el comisariado, la filosofía, la teoría cognitiva, el diseño o la educación. Una de las barreras a salvar es la diferencia del uso de algunos términos en distintas disciplinas. Partiendo de sesiones de discusión, trabajan en el desarrollo de un glosario compartido de términos relevantes para profundizar en la teoría de la expectación artística: “Son herramientas que pasan de un ámbito científico a otro y, para usarlas con propiedad, necesitamos conocerlas bien. Se trata de crear un lenguaje común que permita avanzar”.